The Separation between State and Religion

In time we will realize that Democracy is the entitlement of individuals to every right that was in its times alloted to kings. The right to speak and decide, to be treated with decency, to serve and be served by people in a State of “love” that is, to serve with one’s work for the development of ‘life’. To belong to the Kingdom of Human Beings without racial, national, social or academic separations. To love and be loved. To die at the service of the whole and be honored in one’s death, for one’s life and work was legitimately valued. To be graceful and grateful. To have the pride and the humility of being One with the Universe, One with every realm of Existence, One with every living and deceased soul. To treat with dignity and be treated with dignity for One is dignified together with All others and Life itself. To walk the path of compassion, not in the sorrow of guilt but in the pride of being. To take responsability for one’s mistakes and sufferings and stand up again and again like a hero and a heroine and face the struggle that is put at one’s feet and in one’s hands. Millions of people, millions and millions of people might take many generations to realize the consciousness of our humaneness but there is no other dignified path for the human being.

The “work” as I conceive it is psychological and political. Psychology is the connection between the different dimensions within one’s self and Politics is the actualization of that consciousness in our practical lives. Religion is the ceremony that binds the connectedness between the individual and the Universe. The separation between religion, politics and science, the arts and sports is, in the sphere of the social, the reflection of the schizophrenia within the individual and the masses. The dialogue between individuality and the "human" belongs to consciousness. The tendency to develop cults resides in the shortcomings we’are finding in life as it is structured today. “Life” has become the private property of a few priviledged who cannot profit from it because as soon as it is appropriated it stops to be “life” or “life-giving”.

We are all the victims of our own invention and each one is called upon to find solutions. The only problem is believing our selves incapable of finding them. We are now free to use all Systems of knowledge objectively, sharing them without imposing our will on each other. To become objective about our lives means to understand that the institutions that govern its experience are critically important. That we are one with the governments, one with the religious activities that mark its pace, that the arena’s in which we move our bodies and the laboratories in which we explore our possibilities are ALL part and parcel of our own personal responsibility. That WE ARE ONE WITH EACH OTHER AND EVERYTHING AROUND US and acknowledge for ourselves a bond of love in conscious responsibility. That we human beings know ourselves part of each other and are willing and able to act on our behalf for the benefit of each and every individual. That we no longer allow governments, industries, universities or any other institution to run along unchecked by the objective principles of humaneness. That we do not allow gurus to abuse their power or governors to steal the taxes and use them to their personal advantage in detriment of the whole. That we do not allow abuse from anyone anywhere because life is too beautiful to do so and that we are willing to stop the rampant crime with the necessary compassion Conscious knowledge is every individual's right. Conscious action is every individual's duty.

Monday 5 September 2011

Notas sobre la tercera conferencia de Psicología de la Posible Evolución del Hombre



5 de Septiembre del 2011

Notas sobre la tercera conferencia de Psicología de la Posible Evolución del Hombre

La autoridad
La confianza
La voluntad
La obediencia

Entendemos por “autoridad” alguien que sabe lo que hace. Ser una autoridad en algún campo implica que se tiene experiencia y conocimiento. En el campo del desarrollo personal hacia la consciencia quizá podamos encontrar algunos verdaderos maestros pero yo aún no soy una de ellos y esto lo deben tener presente. Cuestionar todo lo que les doy y medirlo con sus propios objetivos sin perderse nunca de su propia vista. Confiar en su más íntima libertad. La tendencia a “entregarse” a alguien es demasiado fuerte en las personas en busca de ayuda. Si han de entregarse a algo, que sea a la vida. Ella no tiene como engañarlas.  

En la medida en que una autoridad es “consciente” es “vida” y nos inspira confianza, amor… alegría. Nos sabemos en buenas manos. Nos “entregamos” a su voluntad y a su capacidad de ver la realidad objetivamente, es decir, más allá de sus propias limitaciones, deseos, subjetividades. Todos los seres humanos tenemos la capacidad de ver objetivamente y de ver la subjetividad en los demás. Todos tenemos la capacidad de comprender lo que es “bueno”, “bello”, “digno”, “amable”, “civilizado”, “honorable”, “verdadero”, “justo”, “balanceado”, “humano”.

Ante una autoridad capaz de emitir estas cualidades nos sentimos inclinados a seguirla, nos “inspira” y esta inspiración es un diálogo entre el ser de las personas. La inspiración no es pensamiento, ni emoción del centro emocional inferior sino del centro emocional superior y como tal, una cualidad del yo real.

Todos hemos sido inspirados por distintas autoridades a lo largo de nuestras vidas. Todas hemos experimentado “el amor” por una “autoridad” que nos inspiró a respetarla y respetarnos. El respeto entre las personas evoca la dignidad: la consciencia del “ser” de cada ser humano. “Saberse” un ser humano, “llevarse” en el mundo con la consciencia de la “vida” que se lleva dentro, expresa lo “digno”. Respetar la vida que se lleva dentro tanto como la vida que habita en los demás y en el mundo entero es una “experiencia” de dignidad.

Las falsas autoridades se visten de dignidad por “jerarquía” “posesionándose” del mando y se separan de los demás con privilegios y sumisiones. Someten a los demás a su propia voluntad y no permiten que desarrollen la suya. Cohiben lo creativo para no permitir que la voluntad de otro “compita” con la suya en el status quo. Los verdaderos reyes y líderes del mundo por el contrario, estimularon la creación y desarrollaron culturas milenarios enalteciendo la vida, protegiendo y expandiendo su “cultura”.  

Ser una “autoridad” hoy, no es para someter a las personas a su voluntad, sino para que lo que se realice lleve la “voluntad” de lo “vivo”. En todo lo que se hace, se genera o regenera la “vida” o se degenera. Hoy, todo ser humano tiene la capacidad de entender y ejercer su propia autoridad. Todo ser humano tiene la responsabilidad de vivir dignamente desarrollando su capacidad creadora. Todos nos podemos tener la confianza de que somos capaces de actuar dignamente, es decir, por la “vida”. El hecho de que millones actúen en contra de la vida no nos impone a nosotras la necesidad de actuar en contra de ella. La “libertad” de “ser” es también la libertad de ser “libres” de los condicionamientos de otros.

El Yo REAL es ante todo un creador. Un generador de vida. Un regenerador de lo muerto. La capacidad de transformar lo que no es digno del ser humano por lo que sí lo es, está en cada individuo. Todo intento por lograr actualizar lo bello en nuestra realidad cotidiana es un impulso de transformación de lo “natural” en nosotros por lo “sobrenatural” en nosotros. “Dominados” por lo “animal”, el esfuerzo realizado provee al ego de energía y engorda la vanidad. El despliegue social de la “diva” en el arte, los deportes, la política, expresa fielmente como el esfuerzo se va en adulación y decorado. No se enaltece la actividad en sí, la “vida” en sí, sino el dinero que produce, la “economía” que mueve. La “calidad” desaparece detrás de la cantidad. Prima la “competencia”.

“Controlando” lo animal en nosotros, el esfuerzo actualiza la “consciencia” de “vida” en nosotros. En la medida en que somos dominados por lo “natural” tendemos a actuar instintivamente. A medida que desarrollamos la capacidad de actuar desde nuestro yo real, actualizamos lo “sobre-natural”, es decir, hacemos “cultura”: lo propiamente “humano”.  La “cultura” es la verdadera “vida” del ser humano. La “selva” humana es regenerada por cada generación porque cada generación aporta fuerza de “vida” a la cultura. Si el “status quo” impide a las nuevas generaciones “crear” y desarrollarse, se vuelve en contra de la vida. La gente “obedece” pero “padece”.

Toda institución es un simulacro de la vida. Si no existe creatividad sino obediencia, la vida está al servicio de lo muerto. La “naturaleza” se reproduce sin cultura.  La gente asume formas de organización similar al de las abejas, los lobos, las ratas. Cuando lo puramente instintivo domina en el ser humano, su comportamiento es animal. El “comportamiento de masas” actúa contra la “vivo” en el ser humano: la creatividad: su capacidad regeneradora. En la “cultura” el ser humano “vive” eternamente. En la “creatividad” el individuo se realiza: esculpe su espíritu.

La pregunta por lo tanto es: quien es la autoridad en nuestras vidas? Desde que polo de nosotras mismas estamos actuando? Generamos y regeneramos? O degeneramos?

El “recuerdo de Si” es la capacidad de actualizar la vida que llevamos dentro. El Yo Real es “vida pura”. Un Sistema de trabajo consciente debe ayudarnos a ser lo que somos: creadores y regeneradores de vida. La confianza en uno mismo es el nido en el cual nuestro propio Yo, es decir “la vida” en nosotros, se desarrolla.

Nada ha sido tan apabullado en nuestros tiempos como la naturaleza creadora de todo ser humano. La “creación” esta soldada a la economía, es decir a lo instintivo, no a la cultura. La cultura padece. El “arte” es sometido al status quo, solo el poder económico puede acceder a él.  La “vida” se escapa. Hasta cuando?

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